miércoles, 25 de febrero de 2009

La Biblioteca Nacional ahora se llama Juan Ramon Molina

Caminar una mañana cualquiera por el casco histórico de la capital y tener sed de conocimientos, el aliciente es un libro. El oasis una biblioteca. Pero igual la cultura se agranda visitando el Museo del Hombre Hondureño, la Hemeroteca. Y la lista es para alargarse.

Por eso hoy entramos a una histórica casa en el centro de Tegucigalpa sobre cual, la historia se desliza en el tiempo ido. Su Director dice que antes aquí se llamó “La casa de la moneda”. Luego durante muchos años albergó los talleres y oficinas de la legendaria Tipografía Nacional.

El paso inexorable del señor tiempo y las circunstancias, convirtieron el inmueble en La Biblioteca Nacional . Desde hace unas horas se le agrega para siempre : Juan Ramón Molina, consagrado como el escritor hondureño más universal.

Acondicionamiento
Rebeca Becerra, Directora Nacional del Libro, dependiente también de la Secretaría de Cultura,Artes y Deportes fue proponente de la idea. Fue secundada y junto al Director de la Biblioteca el poeta Eduardo Bahr, se inició el proceso.

Bahr, curtido hombre de letras, nos recibe con su espíritu alegre y entre anécdotas nos invita a recorrer estos pasillos preñados de historia de nuestros antepasados. También detalla el valor histórico que tiene cada rincón.

Aunque todo aún está en proceso de reformación y acondicionamiento, la instalación fue inaugurada como tal, la noche del pasado 13 de enero. Contará además con una sala de retratos que lleva el nombre de Aníbal Cruz.
Por otra parte, ya se prepara la Pinacoteca “Exequiel Padilla”, la sala del Fondo extranjero “José Martí”, la sala infantil “Rubén Berríos” y la sala de colección hondureña “Clementina Suarez”

Rincones
Al fondo de la nueva entrada se deja ver un mural, obra de Exequiel Padilla llamado “homenaje al pensamiento universal occidental y al movimiento Bauhus alemán”. Aquí figuran grandes personajes como Beethoven, Charles Darwin, Leonardo Da Vinci, Gabriela Mistral, Rubén Darío, Cervantes, Carlos Marx. Y con orgullo dos de nuestros valores :Francisco Morazán y José Cecilio del Valle.

Por allá, otra proposición del artista Exequiel: “Pensamiento permanente”. Un cerebro intemporal. Una base de vinilo que estaría siendo adaptada en estos días le dará una expresión en el aire, nos comenta Bahr.

Seguimos recorriendo . Aquí la la sala infantil, allá la colección del fondo antiguo “Antonio R. Vallejo” con libros del siglo XIX y principios del XX. Ahora una sala que será la Cinemateca pronta a dirigir por el experimentado René Pauck . Muy allá, tras un inmenso patio, la sala de restauración de libros…

La historia que nunca termina, no puede morir aquí en la Biblioteca Nacional “Juan Ramón Molina” .Por ello ahora sigamos recorriendo todo en estas gráficas que les envio…caminando una mañana cualquiera. Con cámara en mano, por el casco histórico de la capital…





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